Durante la Semana Trágica los niños bien de la Capital Federal organizaron patotas que perseguían a los comunistas y a emigrantes rusos y judíos sospechados de ser comunistas sólo por su nacionalidad. A todos los llamaban “rusos”. Muchos judíos y rusos, acosados por los patoteros, se defendían diciendo: “yo argentino…” De ahí el viejo dicho: yo, argentino… para significar “no tengo nada que ver”. Los publicistas del gobierno, ignorantes del tema, han hecho un spot con ese título, para defender la política agraria del kirchnerismo.
02 de octubre de 2010