Hace ya varios meses se hizo público que en 5 de 14 inmuebles pertenecientes al juez de la Corte Suprema de la Nación, Eugenio Zaffaroni, funcionaban prostíbulos.
Ante semejante situación, en nin-gún momento este juez ha dado explicaciones convincentes. Y el gobierno kirchnerista ha montado una operación de “blindaje” sobre la persona de Zaffaroni, por la que hasta Hebe de Bonafini pasó de calificar de “turros” a la Corte Suprema, a exaltar las “virtudes” de Zaffaroni.
Hace ya varios meses se hizo público que en 5 de 14 inmuebles pertenecientes al juez de la Corte Suprema de la Nación, Eugenio Zaffaroni, funcionaban prostíbulos.
Ante semejante situación, en nin-gún momento este juez ha dado explicaciones convincentes. Y el gobierno kirchnerista ha montado una operación de “blindaje” sobre la persona de Zaffaroni, por la que hasta Hebe de Bonafini pasó de calificar de “turros” a la Corte Suprema, a exaltar las “virtudes” de Zaffaroni.
En el gobierno y la Justicia la existencia de estos prostíbulos no era desconocida. Hace ya unos años, la organización La Alameda denunció unos 500 prostíbulos en la Capital Federal, donde figuraban los que funcionaban en departamentos de Zaffaroni. El procurador general de la Nación archivó las denuncias, pero luego debió entregar 50 carpetas a un fiscal que citó por cédula judicial a Zaffaroni (éste no compareció) y cerró con faja de clausura dos de ellos. Zaffaroni luego fue y arrancó esas fajas.
Zaffaroni no puede excusarse en que el que maneja todo es su apoderado y él se despreocupa y “no sabe nada”. Porque el apoderado vive en su casa (se llama Serafín Montivero, quien dio el manejo de los departamentos a una inmobiliaria). Tres departamentos fueron alquilados a Marcia González, conocida meretriz de prostíbulos VIP; y la misma Marcia González fue garante de Angélica Duarte, que alquiló los otros dos (Perfil, 4/9/2011).
Las explicaciones de Zaffaroni no son convincentes porque se comprobó que él conocía que allí funcionaban prostíbulos. Y el gobierno kirchnerista lo defiende porque trabaja para la Casa Rosada, en la preparación de un proyecto de Reforma Constitucional que permita una nueva re elección de Cristina Fernández. Por lo menos debería renunciar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
