Es extraña la insistencia en esta desinformación sobre la historia política de Zannini, ya que es público que el actual secretario de Legal y Técnica de la Presidencia perteneció a la organización Vanguardia Comunista, más tarde emergió dentro del núcleo íntimo de los Kirchner y, desde sus funciones en la presidencia es uno de los principales artífices del “alineamiento estratégico integral” del gobierno kirchnerista con el imperialismo de China.
La insistencia en esta desinformación, solo puede indicar el intento del funcionario kirchnerista de lavarse la cara de su protagonismo en la entrega del patrimonio nacional al nuevo imperialismo chino, dadas las conocidas posiciones del PCR de denuncia y enfrentamiento a la subordinación del país al amo viejo, anglo-yanqui, y al amo nuevo, chino-ruso, reivindicando la consigna de los patriotas de Mayo y el Congreso de la Independencia, del 9/7/1816: libres de toda dominación extranjera.
Las relaciones de Zannini con China, nada tienen que ver con Mao y el maoísmo, ni con el socialismo. En 1978 fue restaurado el capitalismo en China y, en su desarrollo, ese país se convirtió en imperialista. Con esa China imperialista mantiene sus estrechas relaciones Zannini.
China es parte de los países imperialistas que se disputan las materias primas, los recursos naturales y el producto del trabajo de los argentinos, y lo hace beneficiado por la política de este gobierno, que no sólo le vende lo principal de la producción de soja, sino que le ha otorgado grandes concesiones en la minería, reactores nucleares, material ferroviario, petróleo, etc.
Además, por primera vez en la historia de nuestro país, se le concede a una potencia extranjera una base militar en territorio continental, como la que se está construyendo en Neuquén, bajo la tutela de la Satelite Launch and Tracking Control General (CLTC), entidad dependiente del Departamento General de Armamento y de la Comisión Central Militar del Ejército Popular de Liberación de China.
Por todo esto, los maoístas de la Argentina reiteramos que la designación de Zannini en la fórmula presidencial del oficialismo no hace más que ratificar la “alianza estratégica integral” del gobierno de Cristina Fernández con China, lo que profundiza la dependencia nacional, agrava el monocultivo sojero y la concentración latifundista de la tierra, profundizando los sufrimientos de nuestro pueblo.
Ricardo Fierro