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03 de octubre de 2010

El corresponsal de hoy entrevistó al compañero Emiliano González, obrero de Zanon y miembro de la CCC de Neuquén.

Zanón: momento de definición

Hoy 1215 / Que se expropie para cederla en forma gratuita a la cooperativa Fasinpat

—¿Cuál es la situación que se vive en la fábrica?
—El 20 de octubre es la fecha que dispuso la Cámara Federal para que entreguemos la fábrica al juez de la quiebra; a partir de esa fecha nuestra Cooperativa Fasinpat entraría en la ilegalidad si así no lo hiciéramos. El tribunal nos acortó un año el permiso, previamente a las elecciones de octubre del 2007 y por pedido de los acreedores privilegiados que son el Banco Mundial y la Empresa Italiana Sacmi, socia de Luigi Zanón (anterior dueño).
Debemos aclarar aquí que la provincia de Neuquén también es acreedora en más de 20 millones de pesos. Fracasada la política de Sobisch y su derrota estrepitosa de política de “mano dura” con los reclamos de los trabajadores y el pueblo de Neuquén, Sapag muestra ahora una cara negociadora frente a la situación de la fábrica y los trabajadores de Zanón, que no pudimos ser derrotados gracias a nuestra lucha por mantener en funcionamiento la planta y al apoyo del pueblo de la provincia.

—¿Cuál es la propuesta del gobierno?
—El gobernador proclama a los cuatro vientos que “la solución para la empresa Zanon debe contemplar el interés de los trabajadores”. Para eso propone conseguirnos un préstamo para comprarla.

—¿Cuál es tu opinión al respecto?
—Debemos tener en cuenta que el panorama de la fábrica se está complicando, por las dificultades económicas. Las ventas han bajado y el mercado de cerámicos está siendo inundado por importaciones de China y Brasil. La situación no es para endeudarse; y para poder competir hay que hacer inversiones que no están a nuestro alcance realizar. A pesar de que hemos contribuido a la actividad económica e industrial de la provincia, nunca recibimos un peso de subsidio. Encima, desde el gobierno nacional nos cortan un mes de gas, que es cortarnos la producción.
Si con esta propuesta nos quieren llevar a los trabajadores a negociar con los acreedores en el marco de la quiebra –son más de 200, donde todos tienen que acordar– y alguno patea el tablero, no hay compra posible. Además, no nos olvidemos que la fecha del 20 de octubre que fijó la Justicia es un apriete legal, con la amenaza de desalojo para obligarnos a negociar.
Lo mismo vale para la otra opción, que es comprar el remate, o sea que supuestamente se compra al valor fiscal. Pero por más que nos digan que está arreglado, cualquiera puede participar del remate y comprar la fábrica.
Si Sapag dice defender los intereses de la provincia y que quiere que la fábrica sea de los trabajadores, debe expropiarla a título gratuito, como se hizo con Renacer en Ushuaia, y entregársela a la Cooperativa Fasinpat.

—¿Cuál es el mejor camino a seguir?
—El proyecto de ley presentado a la Legislatura, entre otras cosas, plantea la expropiación y estatización de Zanon, sin pago a los acreedores, y que la fábrica sea administrada por la gestión de los trabajadores. Los compañeros del gremio que empujan esta propuesta piensan que es el momento para pedir la expropiación y estatización sin pago. Se equivocan. Le piden peras al olmo y nos lleva a un camino sin salida. No porque no esté de acuerdo con que el Estado deba garantizar el funcionamiento de la fábrica, pero no de esta forma y en este momento.
La fábrica debe estar en manos de sus trabajadores y desde allí pelearle para que se garantice el trabajo y la producción. Y que los recursos no sean para subsidiar a los monopolios extranjeros que saquean nuestra provincia, sino para generar y dar trabajo al pueblo, como lo demostramos creando más de doscientos puestos de trabajo.
Estamos en momentos de definiciones y creo que debemos precisar lo que estamos pidiendo.
Creo que hay que cambiar nuestra propuesta y pedir que la fábrica se expropie para cederla, en forma gratuita, a la cooperativa Fasinpat. Para lograr esto vamos a tener que convocar a todo el pueblo de Neuquén y desatar una importante lucha, de manera que no les quede otra que hacerlo. Sapag polemiza con la “estatización” para no expropiar. No nos engaña, lo conocemos. Y si quiere “que la cooperativa sea dueña de la fábrica”, ésta es la forma.
Si tenemos claro esto, no nos dividirán y daremos así un paso más seguro, para seguir avanzando de conjunto.