1. La patria no se vende, la patria se defiende El 24 de enero, la histórica huelga y la movilización, a solo un mes y medio de la asunción del gobierno fascista, hambreador, entreguista y represivo de Milei conmovió a la Argentina. La jornada fue convocada por la CGT, uniendo fuerzas con las dos CTA, las organizaciones sociales como la CCC y los jubilados y pensionados del MIJP. En muchos lugares los actos fueron organizados por multisectoriales, con documentos unificados. Se sumaron organizaciones de campesinos como la FNC, movimientos de mujeres, juventudes, centros culturales, científicos, católicos y de otros credos, organizaciones de inquilinos, partidos políticos como el PJ, el PCR-PTP, y un reguero de organismos como los inquilinos, farmacéuticos, clubes de barrio y otras fuerzas populares organizadas. La clase obrera estuvo al frente de la jornada. El paro fue contundente en las principales fábricas y ramas industriales del país, encabezando un amplio arco que se unió para repudiar al gobierno de Milei, por su política hambreadora y fascista, que descarga un brutal ajuste castigando a grandes sectores populares. Un gobierno que entrega la soberanía nacional a los monopolios imperialistas y a la oligarquía cipaya, y que intenta liquidar las conquistas democráticas populares. Había una enorme alegría en esa multitud que desbordó la Plaza del Congreso y se extendió varias cuadras, bloqueando los alrededores de la Plaza. Esto se replicó en todas las provincias, en sus capitales y en decenas de ciudades, donde el paro y las movilizaciones fueron masivas. Los…