miércoles 23 de julio de 2008
Ahora: abrirle más la mano

1. Le abrieron la manoDespués de 127 días en las rutas, con puebladas que estremecieron el país, con dos actos gigantescos como el de Rosario y Buenos Aires, con un gobierno deshilachado y al borde del precipicio, la rebelión agraria le "abrió la mano" al kirchnerismo. Un triunfo histórico: así se vivió y se festejó en el campo y las ciudades. Primero con cautela, ante el silencio lleno de odio del gobierno; y luego, desbordante, cuando dio el paso atrás con la 125.Fortalecida por ese gran triunfo, la protesta de las masas chacareras continúa con el reclamo de la segmentación y coparticipación de las retenciones, los problemas de todas las producciones agrarias, una reforma impositiva que haga pagar impuestos a los beneficiados por el "capitalismo de amigos" kirchnerista (el juego, la especulación financiera, la minería, etc.) y elimine el IVA a los productos de la canasta familiar, y una ley de arrendamientos.Además, con la confluencia de las masas populares del campo y la ciudad, y el estímulo del triunfo, la situación es muy favorable para "abrirle más la mano" al gobierno también en la lucha por los salarios, las jubilaciones y los planes sociales devorados por la inflación, y por los presupuestos de salud y educación, etc. Un gobierno en hilachasLa prepotencia oligárquica del gobierno lo llevó a la derrota. En su confrontación con la protesta agraria fue dejando las hilachas: fracturó el PJ-K y puso en fuga al "radicalismo K". Se dividieron los bloques legislativos oficialistas perdiendo el quórum…