miércoles 3 de octubre de 2007
El hambre y la inflación K, matan
1. El hambre K mataMurió Rosa Molina, la mujer qom de 56 años que pesaba 24 kilos. Vivía en el barrio Cacique Pelayo de la localidad chaqueña de Fontana, y falleció por “problemas derivados de su desnutrición”. ¡Qué forma hija de perra para no pronunciar esa palabra maldita que no existe para el gobierno K: hambre!Con Rosa suman 15 los originarios chaqueños “reconocidos” que han muerto este año por la misma causa. ¿Cuántos son los “reconocidos” o “no reconocidos”, en todo el norte y el sur? ¿Cuántos originarios y criollos “se llevó” el hambre K en los barrios populares de las grandes ciudades? ¿Cuántos niños arrastrarán toda su vida, su corta vida, las secuelas del hambre K?Quienes denuncian el hambre K, como los desocupados de la CCC y el MTD Aníbal Verón acampando en la Plaza de Mayo, no son recibidos por los funcionarios que hacen campaña electoral por CK en Nueva York. Para los que sufren y denuncian el hambre, la única respuesta de este gobierno fueron cientos de policías armados, en medio de la noche, para sacarlos de la Plaza. ¡El hambre no existe!, es la orden K. No existe por las buenas o por las malas. La muerte de Rosa Molina tampoco existe. No existió ni para el presidente ni para su señora-candidata. Ni existió para los otros candidatos del sistema.Lo que gastaron los K en Nueva York alcanzaba para paliar el hambre de los qom. Pero las Rosa Molina no cuentan para los K. 2. Inflación…