miércoles 5 de marzo de 2008
La mentira de los domadores de tormentas

1. La mentira de los “domadores”Luego de las inundaciones en el NOA, la tormenta castigó duro a la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y La Plata. Aguó los discursos de la presidenta Cristina Fernández, del gobernador Scioli, y los intendentes Macri, Bruera y otros. Se anticipó a las “ceremonias”, empapó los actos, y continuó arrojando toneladas de agua. Los arroyos entubados o bloqueados por pura especulación inmobiliaria, inundaban incontables barriadas. 1.300 evacuados “reconocidos”, y cientos y cientos más que lo hacían por su cuenta. Barrios convertidos en lagunas. Cortes de electricidad. Caos en el tránsito. Miles de personas buscando cómo llegar a sus casas o sus trabajos.Los gobiernos —nacional, provincial y municipal— estaban en “lo suyo”, impecables, de “traje blanco” como la presidenta, celebrando con sus aburridos discursos, como si estuvieran a miles de kilómetros del drama que se desarrollaba a pocas cuadras de ellos. Los representantes políticos del Estado estaban de festejo, acaso un tanto “molestos” por la lluvia “inoportuna” que ocupaba a quienes debían venir a “aplaudirlos y vivarlos” a cambio de un choripán, la promesa de algún colchón o chapa, y la amenaza de perder el plan social o el “contrato” en un municipio. El ex presidente Néstor Kirchner comandaba el “Cristinazo” desde sus “paquetas” oficinas de Puerto Madero. Un fracaso. Menos de 10.000 personas entre organizaciones sociales y sindicales y el aparato municipal del PJ. La principal fuerza fue la policía, miles, listos para evitar los choques de una concurrencia entre la que hay “cuentas…