1. Conquistar la soberanía sanitaria Un puñado de potencias imperialistas se adueñó de las vacunas. Primero usaron a los países como la Argentina para investigar su eficacia. Ahora chantajean a nuestros gobiernos, imponiendo acuerdos que agravan la dependencia. Nos llegan dosis a cuentagotas. Dejaron al 95% de la población mundial sin vacunas. Son 100 los países que no han recibido ni una dosis. En nuestro país van llegando lentamente. Hay 1.738.410 vacunas distribuidas. Se aplicaron un poco más de un millón. Han llegado un millón de dosis de la vacuna china Sinopharm, que no está autorizada aún para mayores de 60 años. Este fin de semana arribaron 1.250.000 dosis de la vacuna Sputnik V. La vacuna Astra Zéneca/Oxford fabrica su principio activo en Argentina y lo envía a México para completar el proceso de producción. El empresario Hugo Sigman se comprometió con el gobierno argentino a traer 20 millones de dosis. Hasta ahora la producción de la vacuna está parada por falta de insumos para su envasado. Creció la desconfianza con la aparición pública de la vacunación VIP en el Ministerio de Salud de la Nación. Fueron apareciendo otros lugares que rompían el protocolo de las prioridades sanitarias, desviando vacunas para los amigos, funcionarios del gobierno, hijos, etc. En gobiernos provinciales y municipales donde gobierna el macrismo también tuvieron sus vacunatorios VIP. En la Ciudad de Buenos Aires el gobierno de Rodríguez Larreta privatizó parte de las vacunas, entregándoselas a clínicas privadas. La difícil situación creada por la falta de…