1. Una situación dramática La situación actual de los obreros, los campesinos, grandes sectores de las capas medias y del pueblo es dramática. El 1° de marzo, Macri, en su discurso ante el Congreso Nacional, sordo ante esa situación del pueblo, ratificó el rumbo y su candidatura presidencial. Días después se agravó una oleada de miles de suspensiones en la industria automotriz, y el cierre, despidos y suspensiones en las autopartistas. Cerró Metalpar dejando en la calle a 600 obreros. Molino Cañuelas se presentó en quiebra con una deuda de $2.200 millones. Cerraron Verónica, La Campagnola y más de 12.000 pequeñas y medianas industrias y comercios. En el 2018, según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, hubo 191.300 despidos, 525 por día. Con los de este año suman más de 300.000. Hay 3.400.000 argentinos que comen una vez por día. El gobierno dio de baja miles de planes de las organizaciones sociales, y al mismo tiempo pasó a repartir planes a través de los punteros de Cambiemos. También dieron de baja 70.000 monotributos sociales. Empujaron al hambre a decenas de miles de familias más. La situación se sigue agravando con los tarifazos: gas 3.000%, electricidad 2.136%, agua 515%, nafta 204%. Mientras tanto, la inflación sumó 160% y el dólar subió 291%. 84.000 usuarios cortaron el gas porque no pueden pagar la tarifa. La crisis de las economías regionales ahorca a 11 producciones (datos de Coninagro). En el Impenetrable chaqueño no hay ni un pibe con zapatillas. En…