1. La disputa y la guerra imperialista Con la invasión y la guerra imperialista de Rusia contra Ucrania los complejos militares industriales ganan fortunas y las potencias imperialistas aumentan sus presupuestos militares, siembran bases en zonas estratégicas, amenazando con una nueva guerra mundial. Se van configurando dos grandes estructuras: Estados Unidos, con la OTAN y sus aliados, por un lado, y China, Rusia y sus aliados, por el otro. En el inicio de la invasión a Ucrania, Rusia siguió la estrategia de una guerra rápida, con el apoyo de mercenarios, para provocar el derrumbe del gobierno de Ucrania. Fracasó. Fracasó porque subestimó el patriotismo del pueblo ucraniano, que salió al combate, enfrentó al invasor y aisló a los mercenarios prorrusos. Rusia fue forzada a cambiar su estrategia comenzando una guerra de desgaste, destruyendo la infraestructura, sobre todo de la red de energía, y recurrir a las reservas y el reclutamiento forzado, con gran resistencia del pueblo ruso. Una vez más, entre el hombre y la mujer, y el arma, se impusieron los hombres y mujeres patriotas, como sucedió con la derrota de Estados Unidos en Vietnam, y recientemente en “la huida” de las tropas yanquis en Afganistán. La guerra imperialista de Rusia en Ucrania está entrando en una nueva etapa, con la llegada de nuevas armas en ambos ejércitos, en medio de una feroz disputa y la amenaza de una nueva guerra mundial. Esta disputa imperialista crece en todo el mundo. China refuerza su dispositivo militar en torno a Taiwán.…